jueves, 2 de diciembre de 2010

Woody Allen


É un dos directores cine máis recoñecidos e prolíficos dos últimos anos, músico, actor e escritor, e namorado de New York, cidade onde naceu hai 75 anos.
Ainda que ademais de ter moitos fans, conta cun gran número de detractores, eu declárome do outro bando. Gústame a forma de enfocar as súas películas, ese estilo tan característico de Allen. Pero sobre todo, os seus inxeniosos diálogos.
Con motivo do seu aniversario todos os xornais escribiron algunha nova sobre o cineasta americano e, delas, saquei este fragmento que me fai pensar:

Es uno de los directores de cine más reconocidos y prolíficos de los últimos años, músico, actor y escritor, y enamorado de Nueva York, la ciudad que lo vio nacer hace 75 años.
Aunque además de tener un muchos fans, cuenta con un gran número de detractores, yo me declaro del otro bando. Me gusta la forma que tiene de enfocar las películas, ese estilo suyo tan característico. Pero sobre todo, sus ingeniosos diálogos.
Con motivo de su cumpleaños los medios de comunicación dedicaron algún espacio al cineasta y, de lo que leí, este fragmento me ha hecho pensar:


"El mundo es eso. Hombres y mujeres con unos problemas que no cambian nunca. Quizá esta película resulte una comedia agridulce, incluso demasiado triste, aunque la realidad es así: todo el mundo está perdido, muy perdido, y los únicos que no lo están son dos locos, que son los únicos capaces de ser felices. La gente está desesperada buscando una respuesta, un significado, algo en qué creer. Por todo esto, en Estados Unidos hay una verdadera locura new age. Es absurdo, han convertido la aromaterapia en una religión" (WOODY ALLEN)